¿Qué hacer cuando un drogadicto se pone agresivo?

¿Qué hacer cuando un drogadicto se pone agresivo?

Entrevista al Dr. Gabor Maté | The Tim Ferriss Show

El equipo del blog del NIDA27 de noviembre de 2017El comportamiento agresivo puede ser físico (empujar o golpear a alguien) o verbal (gritar a alguien o decirle algo malo). Qué tiene en común una persona que muestra un comportamiento así con alguien que tiene un trastorno por consumo de sustancias?

Los científicos creen que algunas personas son más propensas que otras a desarrollar una agresividad “compulsiva” (incontrolable) y que esto implica parte de la misma actividad cerebral que se altera con un trastorno por consumo de sustancias. Una investigación más profunda del cerebro podría revelar por qué algunas personas son más propensas que otras a consumir drogas o a actuar de forma agresiva.

Un lugar para empezar es la Línea Nacional de Prevención del Suicidio en el 1-800-273-8255 (TALK). No es necesario pensar en el suicidio para llamar a la línea de vida: cualquier persona con un problema puede llamar. Es gratuito, privado y confidencial.

Sudáfrica: la droga “Tik” convierte a los jóvenes en monstruos

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La droga de diseño flakka lleva a los consumidores a reacciones violentas y extrañas

Hace tiempo que se sabe que el matrimonio (u otras relaciones duraderas y comprometidas) y el abuso de sustancias no son compatibles. Tener una pareja que bebe demasiado o consume drogas es muy parecido a tirar una piedra en un estanque tranquilo: los efectos se extienden e influyen en todo lo que está cerca. En el caso de una pareja que consume drogas o bebe demasiado, el efecto lo sienten sus hijos, familiares, amigos y compañeros de trabajo. Sin embargo, muchos dirían que, aparte del maltratador, el mayor precio lo suele pagar la pareja de éste.

Hay varios signos reveladores de que el consumo de alcohol o drogas por parte de la pareja está causando daños en la relación hasta el punto de que puede ser necesaria la ayuda de un profesional del tratamiento. Las siguientes son algunas de las señales de peligro más comunes que se observan en las parejas en las que uno de los miembros tiene un problema de consumo de sustancias:

Aunque la mayoría de las parejas no mostrarán todas estas señales de peligro, si incluso una de ellas está presente en su matrimonio o relación, indica que puede ser el momento de “hacer balance” de la relación y pensar en mejorarla. Es probable que eso signifique que habrá que dejar de beber y consumir drogas y que habrá que identificar y abordar los problemas de la relación. Si usted o su pareja muestran signos de tener un problema con las drogas o el alcohol y hay problemas en la relación, es común esperar que estas cosas se resuelvan por sí solas con el tiempo. Desgraciadamente, eso rara vez ocurre. Lo mejor es conseguir un tratamiento lo antes posible, o al menos llamar y preguntar por los tratamientos que pueden estar disponibles para ti. Si no lo hace, es muy probable que los problemas empeoren.

Fármaco de venta libre para el mieloma múltiple agresivo

El exceso de alcohol puede hacernos actuar de formas que no haríamos normalmente, como enfadarnos o volvernos más agresivos. Los expertos creen que la razón por la que algunas personas pueden volverse agresivas cuando se emborrachan se debe al modo en que el alcohol afecta al cerebro[1][2][3].

Hay varias teorías que explican por qué el alcohol puede contribuir a la agresividad[4][5] Una de las más destacadas, la “miopía del alcohol”[6][7][8], propone que el alcohol puede reducir nuestra capacidad de pensar con claridad y limitar nuestra atención. Podemos pasar por alto las señales sociales y ambientales que nos ayudan a interpretar las situaciones de forma racional. Esto significa que si alguien nos provoca cuando estamos ebrios, podemos morder el anzuelo en lugar de pensar en las consecuencias. Esto puede dar lugar a reacciones violentas o de enfado por parte de personas que normalmente se encogen de hombros.

La forma en que procesamos la información también se ve afectada cuando hemos bebido. Somos más propensos a malinterpretar el comportamiento de los demás. Esta podría ser la razón por la que las peleas de borrachos empiezan por poco más que chocar con alguien en un bar.